Ninguna herida sana sin dejar una cicatriz.
Y hasta las heridas bien curadas vuelven a doler en algún momento.
No te enojes!
Solo lo hacen para mostrarte que aún quedan cosas por sanar.
Cosas más profundas.
Cuando duela... presta atención a lo que te quiere transmitir o a lo que te quiere mostrar.
No te apegues al dolor.
Perdona… si es necesario.
Agradece... y permítete continuar.
En amor, con amor y hacia el amor!
En paz… y sintiéndote libre!