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lunes, 2 de noviembre de 2015

CARTA DE UNA MADRE A SU HIJO DETENIDO POR DEFENDER SUS CREENCIAS.



[La madre del abogado cristiano Zhang Kai ha publicado una carta abierta a su hijo sobre su trabajo en defensa de la libertad religiosa en la zona costera de Zhejiang en China, donde resisten la campaña de destrucción de cruces del gobierno comunista. Zhang Kai fue detenido el 25 de agosto y desde entonces no se ha vuelto a saber de él.]
Carta de la madre de Zhang Kai a su hijo.

Esta noche es difícil dormir, difícil recibir cartas y difícil ver a la gente. Por eso escribo esta carta abierta a mi hijo, Zhang Kai. 

Hijo, 

Estos últimos días ha habidos dos fiestas importantes: el Festival de Mediados de Otoño y la Fiesta Nacional. En años anteriores siempre volvías a casa para reunirte y celebrarlas con nosotros, a pesar de lo ocupado que estabas. Este año has seguido trabajando en tus casos legales y has perdido la libertad

Desde tu detención, tus abogados y yo no tenemos la más mínima información sobre tu situación. ¿En qué sitio de Wenzhou estás? ¿Qué comes? ¿Cómo es el lugar en el que estás? ¿Estás siendo torturado? No puedo dejar de pensar en estas cosas. ¡Me siento tan indefensa! 

En este periodo me he dado cuenta de que en las fiestas pensamos en la familia. ¡Las fiestas anteriores han pasado tan deprisa! Siempre pasan como un relámpago, pero este año es distinto. ¿Cómo es posible que los días sean tan largos? Esperar que el día acabe es una esperanza perdida. Estos días estoy muy alterada. No puedo pensar en nada, sólo en que te echo de menos. Quisiera poder controlarme, pero tu sombra aparece constantemente ante mis ojos. 

Vocación por la justicia
Recuerdo el año que fuiste a la universidad y elegiste tu especialidad. Te ayudé en tu examen final de Derecho. Me preguntaste qué es lo que hace un abogado y te respondí que un abogado es una persona que juzga entre el bien y el mal y hace una defensa legal, justa y pública. Tu respondiste: “Este tipo de carrera es buena. Me gusta”.
Tras licenciarte en la universidad, aprobaste el examen de acceso a la abogacía con el segundo mejor resultado de toda la ciudad. Me pareció que el examen de ese año fue especialmente difícil comparado con el de los años anteriores. El índice de aprobados en toda la ciudad fue de un escaso 3%. 

Podrías haber optado fácilmente a un puesto en el Sistema Judicial Provincial gracias a tu buen resultado. Según la mayoría de las personas es el tipo de empleo seguro más deseado pero que nunca se alcanza. Por eso te ayudé a rellenar los formularios. Muchas veces te insté a volver para que solicitaras un cargo o encontraras un trabajo. Nunca me escuchaste. Al final abandoné la esperanza de que buscaras una oportunidad de trabajo en el tribunal o la comisaría local. 

Siempre decías: “Hay muchas carreras buenas en el mundo, pero la más apropiada para mí es la de abogado. De forma innata, me siento obligado a actuar como un abogado”. Y con gran seguridad me explicaste: “Me basta entrar en un tribunal para que mi mente cambie y se llene de leyes y artículos, bien definidos y firmemente delineados”. 

De hecho, sé que no existe realmente una persona con un talento innato. Tú tuviste éxito porque estudiaste mucho y tenías una base sólida. Nunca te tomaste un descanso. Ese año, después del examen de acceso a la abogacía, perdiste más de cinco kilos y muchas veces tenía que forzarte a salir para dar un paseo. Después volvías y te sumergías de nuevo en tus estudios. 

Una transformación histórica
El año pasado, cuando anunciaste que volvías a China, dijiste: “Sé que en China la gente está viendo ahora los primeros indicios de una transformación histórica. Mi patria, tan profundamente añorada, me está llamando como una madre enferma y herida. Es necesario plantear la cuestión de un estado de derecho seguro en la Cuarta Sesión Plenaria del Partido”. Con gran entusiasmo me dijiste muchas veces: “Mi mercado está en China. Mi misión está en China. Mi destino está vinculado al progreso legal de China”. 

Te recordé muchas veces que China tiene más de mil cien millones de habitantes. Tú, un abogado desconocido, eres solamente una gota en un mar infinito. Te pasabas las noches despierto leyendo y preocupado por el país y su gente. ¿Tu papel en tu país podía realmente ser útil? A pesar de todo dijiste: “Tal vez no podamos cambiar la historia mientras no tengamos el poder, pero podemos llorar con los que lloran y con los que sufren. Sin la acción de los abogados, China tendría muchos casos que se corromperían a causa del prejuicio y el favoritismo”.

Soldado de causas comprometedoras
Enfrentándote al actual caos nacional, luchaste contra la injusticia social y los desafíos peligrosos. ¿Era necesario?¿Tenías que someterte a ti mismo a más presión? Pero me dijiste:Si un soldado sabe que tiene que derrotar a su enemigo en el campo de batalla, ¿no va? Tengo que hacer esto y no tengo que tener miedo de los riesgos. Tengo que asumirlos para hacer lo que es correcto”. 
Nunca fui capaz de convencerte. Quería que cogieras casos de índole económica para ganar algo de dinero, pero no me escuchabas. Conocías claramente los peligros, pero preferías los casos difíciles, como los casos de interrogatorio policial a rotación, los casos de aborto forzado, los casos de transporte ferroviario, los casos de derechos humanos Changshu y Beihai y los casos de libertad religiosa

El mundo exterior dice que estos son los casos más famosos, los que influyen de una manera más profunda y tienen más alcance. Como tu madre, no deseo tu fama o que tengas muchos beneficios. Sólo deseo tu seguridad. Tu seguridad es mi mayor deseo. 

Hijo, debes saber que siempre que te ibas por algún caso, me ponía muy nerviosa. No quería utilizar el ordenador o Internet. Pero me obligabas a buscarte online para seguir tu rastro y saber dónde estabas en cada momento y si estabas bien. 

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