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lunes, 20 de julio de 2015

CARTA DE UN HOMBRE...




Carta para los hombres que quieren hacer las cosas bien.


"Si yo fuese hombre, tendría a todas las mujeres muertas de amor por mí. Una mujer es mucho mas fácil de lo que ustedes quieren ver. Sé que resulta cómoda la frase hecha (mediocre, por cierto) de "¿quién las entiende?". Ustedes en una época seguro que sí. Hagan memoria. Esa época cuando escuchaban con ganas, mandaban flores, se ocupaban, seducían y se conectaban.



Ustedes podrán decir que nosotras cambiamos también. Quizá sí y más de una vez he llamado a las mujeres al orden. A mí incluida. Pero ustedes siguen sin entender. Tampoco es fácil estar amorosa, comprensiva, sexy y dispuesta con un señor que solo conecta con sus cosas y minimiza las nuestras. Y lo peor es que, aun no entendiendo, lo único que hacen es tratar de explicar y razonar. O peor todavía, se aíslan o huyen a ese lugar al que no podemos llegar. Acá no se razona tanto, señores, se hace. No expliquen ni razonen sentimientos. Dejen las explicaciones y teorías en la oficina o para analizar un partido de fútbol.

Manden flores, abracen, ofrezcan ayuda, sean hombro, digan cosas lindas. Tengan algún gesto de esos que dan mariposas. Una vez por día, un minuto, media hora y nos hacen el día. Aunque tengan que agendarlo, hagan el llamado diario. Si su mujer, novia o amante les reclama, la mejor manera de callarla es mimarla. Un rato, no lleva mucho. Una mujer necesita detalles. Créanme. Intenten. Sobre todo los que tienen recursos. Un regalo inesperado, una salida organizada... no sé, hagan algo.

No se queden en el reclamo. Salvo que se hayan casado o enganchado con una loca (que hay algunas) les aseguro que tener a una mujer contenta es más fácil de lo que ustedes cuentan. No digo que sea simple ni que la vida sea una novela rosa. Pero entiendan, valoren, cuiden y no dejen lugares vacíos. Les aviso que mujeres buenas no sobran. Buenas me refiero a mujeres que cuidan, son fieles, honestas y buena gente. Y cambiar de mujer, a veces, es solo cambiar de problema. Las que valen la pena necesitan que se los hagan saber para no morir de tristeza.

Sean cancheros pero no se hagan los vivos. Que serán buen partido pero tampoco son ni tan altos, ni tan buenos mozos, ni tan exitosos, ni tan únicos. Entiendo que los agote el reclamo, pero una mujer que reclama es una mujer que aún ama, cree y está presente en cuerpo y alma. Una mujer que calla o se conforma ya se fue, solo que todavía no les ha avisado. Por eso, desde este lugar y con mucho cariño, me ofrezco a darles pistas si es que están muy perdidos. Pero hagan algo. Yo, por lo menos, les he avisado."
Jess Browne

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